Apoyar la mano derecha en la palanca de cambios se ha convertido en uno de los hábitos más cotidianos al conducir. Incluso, algunos podrían no concebir manejar su auto sin apoyar la mano en la palanca.
Pues bien, en este contenido te contamos por qué esto es un mal hábito a cambiar. Hay que hacerlo por tu seguridad, la de los demás y la vida útil de tu propio vehículo. ¡Te explicamos!
En el video encuentras una breve explicación sobre lo que ocurre en el auto cuando mantienes la mano en la palanca de cambios:
Consecuencias que influyen en el conductor y en el vehículo
Tal como lo mencionamos, conducir con la mano apoyada en la palanca de cambios compromete tu seguridad y tiene consecuencias en el vehículo mismo. Veamos cuáles son esos efectos adversos de esta mala práctica en cada uno de los casos:
Al manejar
Entre las primeras recomendaciones que nos hacen cuando realizamos un curso de conducción está la de ubicar las manos en el volante. Lo ideal es que siempre que sea posible las tengamos en la posición 10:10.
Las manos al conducir deberían estar todo el tiempo posible en el volante, preferiblemente, en la posición 10:10.
La razón de esta posición de las manos es que da mayor capacidad de reacción y de maniobra, en caso de que algo inesperado ocurra. Si se llega a presentar algún obstáculo en la vía, por ejemplo, podrás maniobrar el vehículo con mayor agilidad y pericia.
Asimismo, esta ubicación de las manos en el volante es la indicada para evitar el riesgo de sufrir lesiones corporales. Un ejemplo claro de ello es que, si se llega a activar el airbag, con las manos ubicadas 10:10 en el volante, se reduce la probabilidad de lesionarse las manos o brazos.
Finalmente, mantener la mano apoyada en la palanca durante un tiempo sostenido, genera fatiga muscular. Esto se evidenciará con un dolor intenso en la mano y en el brazo. A futuro, esto puede generar alteraciones permanentes en tendones, músculos y hasta en la circulación.
En el vehículo
Cuando manejas con la mano apoyada en la palanca de cambios ejerces inconscientemente una presión sobre esta. Por mínima que sea, esta fuerza afecta los engranajes y todo el sistema de transmisión.
Conducir con la mano en la palanca de cambios genera daños prematuros e innecesarios en las piezas de transmisión.
Por un lado, notarás que la fluidez para generar los cambios se pierde y se va presentando cierta resistencia en la palanca. A su vez, esto ocasiona un desgaste progresivo y prematuro en las piezas del sistema de transmisión.
Lo anterior derivará en la necesidad de cambiar las piezas y de solucionar la avería del auto, lo que conlleva el desgaste de estas. Por supuesto, ello implica más dinero en mantenimientos correctivos, lo cual es indeseable para cualquier dueño de vehículo.
Consideraciones a tener en cuenta
En todo caso, lo mejor es mantener las manos en el volante cuando se maneja. Utiliza la palanca solo cuando es necesario hacer el cambio y retírala luego de hacerlo. El consejo aplica para todo tipo de movimiento de las manos que necesites hacer mientras conduces.
Sea que necesites bajar o subir la ventanilla, cambiar la radio o graduar el aire acondicionado, regresa las manos al volante de inmediato. Recuerda que no aplicar esta recomendación en la práctica significa:
- Más costos innecesarios en el mantenimiento de tu auto
- Un mayor riesgo para tu seguridad y salud y la de los demás en la vía.
Sabemos que nadie quiere estas consecuencias indeseables. Por ello, te animamos a seguir nuestras recomendaciones para conducir con seguridad y comodidad.
Conclusión
Tener las manos apoyadas en la palanca de cambios altera la seguridad en la conducción y las piezas del sistema de transmisión. Lo recomendado es mantenerlas siempre que sea posible en el volante, preferiblemente en la posición 10:10.
Seguir esta recomendación básica te llevará a reducir costos en mantenimientos correctivos y accidentes en la vía. A su vez, evitará daños musculares en la mano y brazo, ocasionados por mantener una postura inadecuada por largos períodos de tiempo.
Ahora, si sabes que necesitas hacer ajustes o cambios en el sistema de transmisión de tu auto, hazlo con mecánicos de confianza.
De igual modo, no olvides realizar mantenimientos preventivos para asegurarte que todo está bien con tu auto y evitar gastos mayores por averías.
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